Arq. Jazmin de la Vega
Gerente General
HSE Constructores, S.A.

Cuando tengo que abordar  el tema de la participación de la mujer, siempre viene a mi mente lo que me tocó vivir en el pasado, lo que me ha hecho ser lo que soy al día de hoy. Constantemente recuerdo mi recorrido profesional, plagado de retos, victorias y aprendizaje, plagado de desafíos en un mundo tradicionalmente ocupado solo por hombres. 

Criada en una familia católica tradicional, una familia de mujeres arrechas, trabajadoras, respetuosas y apasionadas. Unido a ello el liderazgo y sabiduría de mi abuela, el enfoque y entrega de mi madre, la creatividad y trabajo duro de mi padre, el apoyo incondicional de mi esposo, con una determinación incansable y una voluntad de salir adelante que mi madre siempre llamó persistencia.

Mi primera posición gerencial fue siendo la primera y única directora mujer en la Unidad de Construcción de Edificios del estado UCEE, la primera mujer en el comité de directores del Ministerio de Comunicaciones, posteriormente me tocó ser la primera mujer y Gerente Administrativa de la EEGSA . 

Posiciones ocupadas por esa persistencia, por ese trabajo duro, y por esa pasión de hacer lo que me gusta, sin importar el trabajo de campo, siempre conociendo y dignificando a mi equipo de trabajo, llegando a todos los rincones del país y demostrando que ser mujer, nos provee de otro tipo de atributos y no nos reduce la capacidad de demostrar eficiencia y entrega en el trabajo.

En nuestra cultura a veces el sobresalir para una mujer se vuelve un reto por diversos motivos, la mayoría de sectores de trabajo relacionados con la construcción, son dominados principalmente por hombres, la mayoría de trabajos son considerados como “trabajos pesados y peligrosos” lo que hace muy difícil el involucramiento de la mujer, pero el cambio solo puede estar en nosotras y debe iniciarse haciendo la diferencia y dejando atrás los estereotipos.

Las mujeres desempeñan un papel importante en todas las facetas de la sociedad, es la inversión más rentable que podemos hacer para Guatemala como empresarios, como guatemaltecos, como personas. Tenemos una gran población de mujeres con una gran capacidad de trabajo, con amor por lo que hacen y con mucha entrega y que día a día se van incorporando a los diferentes sectores productivos del país. 

Si invertimos en una mujer y le damos la oportunidad de desenvolverse, estamos invirtiendo en una familia entera. Es relevante formar equipos multidisciplinarios, equipos que puedan tener distintos puntos de vista, que tengan distintos talentos, que el equipo sea tan diverso, que encuentre decisiones distintas a los desafíos del día a día. 

Actualmente, dirijo una empresa, que cuenta con un grupo numeroso de personal femenino, que trabaja en equipo, mujeres ejemplares que día a día desempeñan su trabajo haciendo honor a los valores de Honestidad, Servicio y Excelencia y que son inspiración para otras mujeres, HSE Constructores cuenta con mujeres que son esposas, madres solteras, que se convierten en el sustento económico para su núcleo familiar de una manera digna, con trabajo formal, con acceso a servicios de salud, IVS, crédito bancario y productos financieros; empoderadas y capaces de decidir sobre su propio futuro. 

Mujeres que forman parte del sector productivo de nuestro país y que contribuyen a formar una mejor Guatemala a través de su trabajo y dedicación. 

Nunca creí que la persistencia, la voluntad por hacer las cosas con excelencia, la pasión y confianza en mí misma, fuera a ser un catalizador del desarrollo de tantas mujeres, tantas familias y tantas personas siguiendo un sueño. 

Ahora puedo afirmar, he llegado a donde estoy subiendo peldaño por peldaño, a través del trabajo duro y búsqueda de oportunidades. Nadie tiene que darnos las cosas que queremos, somos nosotras las que debemos avanzar y ser mejores día a día.

Como dijo la dama de hierro, Margaret Thatcher, «Cualquier mujer que comprenda los problemas de administrar un hogar, estará más cerca de comprender los problemas de administrar un país» imaginemos entonces, qué podemos hacer nosotras, aportando al desarrollo de las empresas, de nuestras familias y nuestro país.